
La contaminación ambiental, el polvo del Sahara y el arribo del polen de las montañas y bosques a las ciudades aumentan los casos de enfermedades respiratorias, especialmente entre alérgicos y asmáticos. Y aunque las consultas con los médicos otorrinolaringólogos son cada día más frecuentes, buscar ayuda en la medicina natural puede aportar grandes beneficios para aliviar los desagradables síntomas. Unos de los remedios caseros más populares son, sin duda, los preparados con miel. Atrévete a probarlos, son fáciles de hacer en casa y te ayudarán a mejorar las congestiones nasales, la desagradable tos y las irritaciones de garganta.
Si estás pasando por una de esas gripes que te ha dejado en cama, no dudes en comprar miel fresca y cristalina para preparar algunos remedios caseros. Su consumo habitual puede ayudarle a despejar la mucosidad de las vías respiratorias, además este fascinante producto natural de las abejas tiene magníficas propiedades antimicrobianas y antioxidantes, fortalece el sistema inmunológico y ayuda a mantener la salud de las células.
¿Cómo preparar remedios caseros a base de miel?
Prepara una taza té caliente de hierbas como la manzanilla, el tilo o el toronjil y agrégale dos cucharadas soperas de miel. Toma esta infusión dos o tres veces al día, procurando que la última taza la bebas antes de dormir. También puedes hervir una taza de agua, agregarle zumo de limón y una cucharada de miel para aliviar la tos y el dolor de garganta.
Si tienes tos con flema puedes preparar un sencillo remedio casero que te ayudará a expulsarla. Corta una cebolla morada en finas rodajas, colócala en un recipiente y cúbrela con miel pura. Deja reposar esta mezcla durante la noche y luego toma dos o tres cucharadas diarias de este jarabe. Notarás en poco tiempo sus beneficios.
El jengibre es un excelente aliado para combatir la tos. Esta maravillosa raíz la puedes comprar en las tiendas naturistas o supermercados. Quítale la piel con un cuchillo fino y corta la parte interna en rodajas finas, hiérvelas en una taza de agua y añada miel y limón al gusto. Recuerda que estos remedios caseros no debes dárselos a niños menores de un año, debido a que puede enfermarse de botulismo.
Si tienes un fuerte dolor de garganta aquí tienes una opción más sencilla que puede calmar esta molestia. Simplemente toma una cucharada de miel directamente. Este maravilloso líquido dulce se disolverá lentamente en tu boca y pasará por la garganta otorgándote alivio de inmediato.
El ajo es otro ingrediente maravilloso para calmar las molestias gripales. Puedes preparar fácilmente un elixir en casa con ajos fermentados. Pela cinco ajos, colócalos en un envase limpio y agrégales suficiente miel. Deja esta preparación en reposo durante, al menos, cuatro días y recuerda que esta mezcla la puedes conservar durante un año. Toma una cucharada tres veces al día y así ayudarás a limpiar tus vías respiratorias.
¿Dónde comprar la mejor miel?
Algunas veces la miel que compras no suele ser de calidad y se convierte en azúcar en su envase. Esto ocurre porque el producto está procesado, adulterado e incluso mezclado con otros ingredientes como yeso, agua, glucosa o fructosa.
Sin embargo, algunos trucos son útiles para comprobar la calidad de la miel. Si le añades vinagre y se forma una espuma el producto está adulterado. Igualmente una miel de mala calidad es demasiado líquida o se quema al acercarla al fuego.
Las tiendas naturistas son ideales para comprar miel pura y de calidad, busca marcas certificadas que indiquen que el producto es orgánico y crudo. También puedes comprar la miel directamente a apicultores o adquirir una marca con garantías de calidad. Recuerda que la miel de calidad es cristalina y espesa, cuanto más oscura es tiene más contenido de minerales y son más ricas en vitaminas B y C.